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LA LUNA, SATÉLITE ARTIFICIAL 1- Introducción 2- Ocho postulados
principales 3- El Número K 1- Introducción Cada amanecer el
sol asoma por el este y se alza sobre el horizonte para recorrer la bóveda celeste inundando la tierra de vida y de luz. Igualmente, cada 27 días nuestro
satélite completa un ciclo a través de sus diferentes fases y en las noches que llamamos de luna llena aparece completa en
su misteriosa luminosidad sobre el horizonte del este para tomar el relevo del sol que se oculta en el ocaso. Si tomamos por la calle a un hombre
moderno cualquiera, un “ciudadano normal”, y le decimos que la Luna, nuestro satélite, es un astro artificial,
se le disparará inmediatamente un resorte mental de tipo que sigue: “Este tipo está loco como Carlos Jesús (el de
la televisión). Cuidado que a mí no me tomen también por un pirado. Yo soy un tipo normal, no un loco”. Seguidamente
veamos su inmediata reacción físico-expresiva: risita escéptica acompañada de un gesto de desdén y un decir: “no
digas tonterías, jajajaja”. Ahora bien, ¿acaso ese “ciudadano
normal” que responde acorde al Sistema, sabe que la Luna y el Sol vistos desde la Tierra tienen EXACTAMENTE EL MISMO
TAMAÑO?. Sin duda, este es un dato que desconoce más del 99% de la gente, entre otras cosas porque es algo que ni siquiera
se han planteado nunca. Y sin embargo, esa “gente” que lo desconoce todo sobre nuestro satélite tiene fe ciega
en lo que el Sistema le cuenta sobre él. La gente no tiene ni idea ni le importa lo más mínimo las características físicas
detalladas de la Luna: sencillamente, creen que la Luna es lo que el Sistema le dice que es, es decir: una casualidad, una
anécdota cósmica... y ya está. Igualmente la gente tiene miedo a pensar de otra forma a lo que dice el Sistema: “no
vayan a pensar que estoy loco o que parezco un Carlos Jesús...”. En definitiva, el Sistema sabe bien cómo manejar
y manipular sus humanoides. Si paramos un momento, recapacitamos
y lo pensamos bien, el hecho de que la Luna y el Sol vistos desde la Tierra tengan exactamente el mismo tamaño no es un dato
que entre en el cómputo de lo “casual”. Es esta percepción terrestre de nuestros dos principales astros celestes
el motivo de que los eclipses de luna durante el perihelio sean parciales y que sólo hacia el afelio lleguen a ser totales.
El perihelio es el momento en que la Tierra, en su excentricidad orbital, se halla más cerca del Sol y el afelio es el momento
en el que la tierra se halla más lejana del Sol. -CIUDADANO NORMAL: “¿Perihelio?
¿Afelio?... ¿Ofelia? Jajaja ¿De qué vas tío?. Jajaja ”. (...) Como vemos, la órbita terrestre
es excéntrica y lo es en un porcentaje que según diversas teorías varía a lo
largo de las inmensas edades cósmicas y que en la actualidad es de un 3,4%. Esto quiere decir que el 3 de enero (perihelio),
la órbita terrestre está un 3,4% más cerca del Sol que el 4 de julio (afelio). No obstante, nuestra Luna realiza
alrededor de la Tierra UNA ÓRBITA EXACTA, manteniendo SIEMPRE una misma distancia, cosa que no realiza ningún otro astro identificado
y conocido por el hombre. ¿Lo sabía esto el “ciudadano normal” que tan feliz vive en el universo que le han dibujado
en su cerebro?. De todas formas este tipo de cosas no están entre sus intereses personales. El tiene intereses más divertidos,
más cachondos... fútbol, alcohol, vicios... ¡disfrutar la vida!... por lo que, evidentemente, en este tipo de cosas “intrascendentes”
prefiere dejar que sea el Sistema quien piense por él. En parte podemos ver la situación como un acuerdo mutuo en el que la
víctima cede su poder personal al Sistema a cambio de que este le permita satisfacer su humanidad y sus apetitos animales
más elementales. Pero hay más datos que orbitan misteriosamente
en torno a nuestro enigmático satélite que no podemos dejar pasar por alto. Por ejemplo: En la Luna hay cráteres
de más de 100 Km. de diámetro. Según las leyes físicas, un cráter de este diámetro tendría que tener una profundidad de aproximadamente
40 km... Pero en la Luna, no hay cráteres de más de 4 Km. de profundidad... Esto rompe todas las leyes de la física y de la
lógica... a menos que pensemos y tomemos en consideración la de una Luna artificial cuya superficie se halla cubierta por
una capa exterior de polvo, restos de roca y hielo cósmico. Bajo estos residuos de objetos estelares caídos a lo largo de
las edades sobre la superficie lunar que conforman su aspecto de cráteres y demás residuos de materiales se halla la verdadera
CAPA EXTERIOR de titanio u otra aleación durísima. Los objetos cósmicos que al chocar contra la Luna han ido formando su actual
aspecto nunca han podido penetrar la capa de titanio, motivo por el cual los cráteres lunares son superficiales y además guardan
la forma esférica, es decir, sus centros (el lugar donde el objeto estelar chocó) no se hunden hacia el centro de la Luna
sino que siguen la forma convexa de la esfera lunar. Hay más datos curiosos sobre nuestro
querido satélite como la no homogeneidad de su atracción gravitatoria a lo largo de su superficie. Adjunto a continuación un resumen
detallado de todo esto. 2- Ocho postulados principales En la década del 60´ los científicos rusos Mijail
Vasin y Alexander Sherbakov realizaron una investigación tras la que elaboraron ocho puntos o misterios lunares indicando
que nuestro satélite tiene una conformación y una naturaleza totalmente diferente a la que el Sistema nos cuenta. Veamos estos
ocho misterios lunares: La cuarta propuesta es la más "increíble" (según
la programación de Sistema) de todas, pero al menos podrían explicarse con ella varias de las anomalías que presenta
este astro, ya que al ser construido por seres dotados de inteligencia, la leyes físicas que la regulan no se aplicarían igual
que para otros cuerpos celestes. Entonces cabe preguntarnos ¿Con qué fin podría haber sido construida la Luna? Existen, evidentemente,
varias explicaciones. Una dice que la Luna fue construida por una antigua raza con la tecnología suficiente para llevar a
cabo este descomunal proyecto, destinado principalmente a crear las actuales condiciones de vida sobre la tierra. La luna
en este caso actúa como regulador de las aguas y de la vida biológica. En su alternancia con el Sol, la Luna y su poderoso
campo magnético proyectado sobre nuestro planeta establece sobre esta el campo de realidad dual en el que nosotros nos movemos.
En sí misma la Luna es un regulador de onda; un potente artefacto artificial cuya función es mantener el entramado así como
el equilibrio del Matrix o Matriz de la realidad. 3- El número K |
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