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Ignacio Ondargáin NACIONAL SOCIALISMO. Historia y Mitos CAPÍTULO IX.a (Texto revisado en diciembre de
2006) LA VÍA DEL DIAMANTE Y EL NACIONAL SOCIALISMO “Sólo el ser duro, el ario firme como las rocas del Esternsteine, puede modificar el Destino de la Época Más Oscura”.
(Miguel Serrano). En el norte de la India, en el año 600 d.C., se reúnen y codifican una serie
de prácticas que se dan a conocer como la “Vía del Diamante”, en el
Yoga Tántrico. Esta vía, de hecho, es un compendio fundamentado en conocimientos ancestrales de los que, en mayor o menor
medida participan algunas órdenes y escuelas iniciáticas antiguas. Son de destacar dentro de esta línea: los misterios de
Mitra de la antigua Roma pagana, los Fedele d’ Amore y diversas otras organizaciones
iniciadas en los misterios del pasado, la obra hermética y la alquimia. En el Yoga Tántrico, quien ha llevado el proceso yóguico a buen fin, ha despertando
y desarrollando la energía o la serpiente de kundalini. Esta duerme en la base
de la columna vertebral, y al alcanzar la sede suprema (situada no ya en el cuerpo físico sino sobre la cabeza, como la aureola
que corona la cabeza de los santos), consigue descondicionarse del cuerpo físico y fundamentarse sobre el Yo reintegrado.
Esta es la meta fundamental de toda esta via iniciática. El propio cuerpo físico no es vivido ya desde la pesada carga de
la materialidad, sino como energía, vida y actividad. Entonces se ha conseguido el cuerpo de “diamante-rayo”. Para conseguir esto, es preciso esfuerzo y dedicación en la práctica, hasta conseguir endurecerse
como una roca (o diamante) y hacerse insensible a la debilidad y a la cobardía que tantas veces condiciona nuestra naturaleza
humana. No podemos pensar que sea casual que tanto Miguel Serrano como Julius Évola, dos personalidades reconocidas en
el estudio de la vertiente esotérica del fenómeno del nacional socialismo y del
fascismo, sean grandes entendidos en el Yoga Tántrico y que hayan dedicado a este tema muchos de sus estudios. Nietzsche, el profeta del
superhombre, es un gran estudioso del mundo antiguo, recogiendo en su obra mucho de aquel conocimiento. En su libro “El crepúsculo de los ídolos”, en el cual escenifica una conversación entre el diamante y su pariente
el carbón de cocina, Nietzsche hace referencia al proceso iniciático por el cual
el carbón vulgar viene a convertirse en puro diamante. Este es el camino o la vía del diamante: “¡Por
qué tan duro! –dijo en otro tiempo el carbón de cocina al diamante; ¿no somos parientes cercanos?”– Dice
el diamante: ¿Por
qué tan blandos? Oh hermanos míos, así os pregunto yo a vosotros: ¿no sois vosotros mis hermanos? ¿Por
qué tan blandos, tan poco resistentes y tan dispuestos a ceder? ¿Por qué hay tanta negación, tanta renegación en vuestro corazón?
¿Y tan poco destino en vuestra mirada? Y si no queréis ser destinos ni inexorables: ¿cómo podríais algún
día vencer conmigo? Los creadores son duros, en efecto. Y bienaventuranza tiene que
pareceros a vosotros el imprimir vuestra mano sobre milenios como si fueran cera, bienaventuranza escribir sobre la voluntad de milenios como sobre
bronce, más duros que el bronce, más nobles que el bronce. Sólo lo totalmente duro es lo más noble de todo. Esta
nueva tabla, oh hermanos míos, coloco yo sobre vosotros: ¡endureceos!” . Dice Julius Évola en su libro “El Yoga Tántrico”, que “la particularidad de los Tantra reside
en el carácter de su práctica. No es ni una lamentación, ni una contrición, ni un arrepentimiento ante una divinidad. Es la
práctica de la unión de Purusha y de Prakriti”.
Entendemos que Purusha es el principio
masculino, puramente espiritual, inmutable y luminoso, que el tantrismo identifica con Siva.
Por su parte, Prakriti es la naturaleza opuesta de Siva, el principio femenino o Shakti, la energía creadora y activa
del universo. Shakti es la esposa de Siva. Continúa Évola diciendo que el
yoga tántrico “es la práctica o la disciplina (sadhana) de la unión de Purusha y Prakriti, la práctica
destinada a unir en el cuerpo el principio masculino y el principio femenino
o materno, a liberar de atributos lo que tiene atributos (es decir, a descondicionar el ser)… Esta práctica se consigue
con el despertar de las fuerzas del cuerpo… No es filosofía pura; no se trata de preocuparse de sopesar fórmulas vacías,
sino de algo práctico”. Dicen los Tantra: “Comienza por ejercitarte
bajo la vigilancia de un maestro cualificado. Si no obtienes enseguida resultados positivos, estás en libertad de abandonar”.
Los poderes no se consiguen llevando un vestido de brahmán o de asceta ni disertando sobre el yoga; sólo la práctica conduce
al logro. Ahí no hay duda. El hombre de “la edad de la sombra” o Kali-Yuga, está estrechamente
ligado a su cuerpo físico; no puede hacer abstracción de él. La vía que le conviene no es la del distanciamiento puro, sino
más bien la del conocimiento, la del despertar y el dominio de las energías ocultas que están encerradas en el cuerpo. Además,
en el Kali-Yuga, Kali, diosa de primera importancia en el tantrismo y que tiende
a significar las fuerzas elementales y abisales, está en estado libre por lo
que el Tantra enseña a asumirlas, afrontarlas, “cabalgar el tigre”, es decir, dominarlas y transformarlas, según
el principio tántrico de “transformar
el veneno en remedio”. El Tantra no excluye la ascesis al gozo, es más, liga lo uno a lo otro. En
el tantrismo, un cambio esencial se produce en tanto que el liberado está vivo y en su cuerpo, habiendo obtenido el descondicionamiento,
el sahaja. En otras palabras, se presenta una disciplina que permite “ser libre e invulnerable” hasta en el gozo pleno de todo
lo que el mundo ofrece, al mismo tiempo que se le quitan a este mundo todos los caracteres de apariencia, ilusión, espejismo
y apego que en los Vedanta le habían atribuído. Según el Tantra, el mundo no es Maya (ilusión), sino potencia. Y esta coexistencia paradójica de la libertad o dimensión de la trascendencia
en sí y del gozo del mundo, de la experiencia libre del mundo, está estrechamente ligada con la fórmula o tarea esencial del
tantrismo: la unión del impasible Siva con la ardiente Sakti en nuestro propio ser y en todos los planos de la realidad. De esta forma, los tantra ofrecen a la vez gozo y liberación. Dionisos era considerado por los antiguos como un dios análogo a Siva
bajo uno de sus aspectos principales que pone de relieve el tantrismo de la Mano Izquierda. Una concepción del mundo en tanto
que poder. En las formas que asume el tantrismo, Siva conserva los rasgos específicos
de la trascendencia pura o purusha, estando asociado esencialmente con una Sakti de tipo terrible, sobre todo en Kali
o Durga, personificación de su propia manifestación indomable y desencadenada. Cuando el hinduismo aprueba la doctrina de la Trimurti, o el triple aspecto
del Principio, personificado en tres divinidades, Brahma, Visnú y Siva, se nos vuelve clara la significación de las dos vías:
la de la Mano Derecha y la de la Mano Izquierda. El primer término de la Trimurti es Brahma,
el dios creador; el segundo es Visnú, el dios que conserva la creación y el orden
cósmico; el tercero es Siva, el dios que destruye (con la acción de su trascendencia
sobre lo que está terminado y condicionado). La Vía de la Mano Derecha está bajo el signo de las dos primeras divinidades,
los dos primeros aspectos de lo divino, la Vía de la Mano Izquierda está bajo el signo de la tercera divinidad, de Siva. Es la vía que toma la forma esencialmente con el encuentro del tantrismo y el sivaísmo. En resumen, podemos tomar como característico del tantrismo una metafísica
del Principio en tanto que poder. Viene a continuación la revalorización de la práctica realizadora. En particular, la doctrina
de los mantra, elaborada a partir de una metafísica del verbo se considera como
tántrica. El mantra se convierte en una palabra de poder y adquiere tal importancia
que ha podido darse al tantrismo a veces el nombre de Vía de los Mantra. Pero es sobre todo el Hatha yoga
(los ejercicios, posturas físicas y técnicas de respiración de yoga) el que tiene un carácter específicamente tántrico. La
traducción propia del término Hatha yoga es yoga “violento” y en ninguna
manera la traducción que normalmente se hace del término como yoga “físico”. Se entiende este Hatha yoga como yoga del poder de la serpiente, como kundalini-yoga,
y está basado en el despertar de la Sakti primordial, latente en el organismo
humano, y en su utilización para la liberación. Esto se asocia con el desarrollo de toda una ciencia que estudia la “corporeidad
oculta”, la anatomía y la fisiología hiperfísicas del organismo humano y en su utilización para la liberación. El fortalecimiento
físico mediante las posturas, la respiración y la energía sexual se consideran como las dos únicas vías que le quedan abiertas
al hombre del Kali-Yuga. En ellos se basará la práctica. Únicamente la práctica puede
llevarnos a conocer. Lo mismo que el diamante es duro
y prácticamente indestructible, lo mismo que el rayo es poderoso e irresistible, lo mismo la palabra vajra designa lo que es firme, permanente, indestructible, potente e irresistible. Vajra es la materia inmortal, roja, dura como diamante, inmortalizada y, finalmente, el Vajra-rupa es el cuerpo inmortal, de Vajra. En verdad, corresponde
a la resurección y materialización del cuerpo astral, del Lingasarira. Se obtiene en la Opera Roja, la Rubedo del “Opus Alchimicum”. Los más altos iniciados en el nacional socialismo habrían despertado sus capacidades
latentes, mediante la práctica y el uso de prácticas encaminadas al desarrollo superior como: 1. prácticas
de ejercicios de endurecimiento físico, gimnasia y yoga. 2. el
control del pensamiento: utilización de la mente de tal forma que se puedan manejar los pensamientos y los objetos visualizados
como si fueran objetos que se tocaran con las propias manos, 3. la
visualización y la visión clarividente, 4. la
proyección astral, 5. la
consciencia trascendental, etc, La Vía del Diamante en el Yoga
Tántrico, ayuda a despertar y desarrollar la naturaleza y las capacidades o poderes latentes y “ocultos” en el
hombre: el conocido como “cuerpo astral”. De esta manera, practicando esta vía, se recupera el conocimiento hiperbóreo, esto es, lograr que los dos hemisferios del cerebro trabajen al mismo
tiempo, ya que el “hombre normal” usa nada más que el izquierdo, donde se halla la mente y la tecnología racional.
El Vril es este poder u órgano espiritual, mágico, que poseían los hiperbóreos y que conecta con todos los universos y con los “mundos paralelos”, con las otras dimensiones.
Lo poseían los hiperbóreos y es mediante esta Vía del Diamante como el hombre
actual puede recuperarlo. El hombre
moderno, en general, únicamente sabe hacer uso de su hemisferio cerebral izquierdo, el cual es la mente racionalista, pero
el iniciado aprende a equilibrar sus dos hemisferios cerebrales, haciéndose consciente y despertándose al hemisferio derecho
que es el de la intuición y las capacidades paranormales. En todo este camino, en el Camino de los Héroes, según el Arte Real de la Alquimia, se cumplen tres etapas mágicas o estadios: nigredo, albedo y rubedo: 1- Nigredo significa la disolución. A medida que el iniciado va despertando su naturaleza oculta,
se produce internamente un proceso de caída y disolución o lo que esotéricamente se le define como “muerte mística”,
donde el “yo” se arriesga a su desaparición. Aquí se produce el desbloqueo del inconsciente, que se simboliza
en el “descenso a los infiernos” y se considera el momento más crítico en el camino del espíritu. Carl G. Jung afirma que sin asumir este reto no es posible una auténtica experiencia mística, dado que el objetivo
de ambas vías, mística e iniciática, es alcanzar la coincidentia oppositorum –la fusión de los principios contrarios en una nueva unidad– y esto sólo
es posible “haciendo consciente el inconsciente y viviéndolo como si fuera real”. En esta etapa, se produce la
muerte del viejo “yo” (el yo inferior, puramente físico, racional) y el iniciado ve cómo el mundo viejo va derrumbándose
ante sus ojos. Es un proceso equivalente a la muerte, una disolución o también se identifica con la putrefacción de la vieja
personalidad, la cual se va desprendiendo en la medida en que la naturaleza del iniciado va transformándose. En las rocas
de los Estersteine, en Westfalia, se halla un gran sarcófago de piedra abierta,
donde los iniciados debían pasar una noche –quizás nueve noches, como Wotan–
para levantarse de allí resucitados como Kristos. Era la culminación de la nigredo. El rey mago negro entrega su presente al niño renacido. 2- Albedo. Al persistir en la práctica, el iniciado halla la salida del laberinto por la que accede
al mundo astral al cual entra en estado extático. Ha despertado a Kundalini, la
Serpiente de Oro, el Chakra Ajna y ya puede portar el Gorro Frigio, el de Mithra. El gorro de Mithra, al igual que las representaciones de serpientes
sobre la cabeza de los faraones, es un signo de que su portador ha despertado Kundalini.
Ahora recupera el “yo” pero como un alma incombustible, que es capaz de preservarse a través del cambio de estados.
Ahora el Héroe es un Aryo de verdad, un renacido, un Nacido Dos Veces. El que sobrepasa la nigredo, es el “salvado de las aguas”. El dios será ahora
consciente y podrá continuar su marcha levógira en dirección a Hiperbórea. En
la albedo, el aryo resucitado como hombre-blanco, con su sangre purificada, deberá peregrinar por los desiertos del Éxodo, siempre
en dirección al Polo Blanco, a Thule, a Hiperbórea,
a Asgard. Volverá a recorrer el desierto del Gobi. Ahora es el rey mago blanco quien entrega su presente al niño renacido, al Héroe. 3- Rubedo. Es un “milagro” que hace inmune a la muerte y que sucederá al final de un
camino, después de la peregrinación en el desierto, de la albedo. En la leyenda del Grial, Parzival, combate con el caballero
rojo por la Armadura Roja, que es la “Resurección de la Carne”, de la materia, revestida ahora con una substancia
o energía inmortal, incorruptible, “dura como el diamante, roja como el
rubí”, de nombre vraja, en sánscrito. Así, se ha resucitado con el cuerpo,
y en el ataud o “tumba”, no se hallará a nadie, sólo una Espada. El “Doblemente Nacido” ha resucitado
con su cuerpo indestructible, de vraja roja, inmortal. Ha sido llevado al cielo
en un carro envuelto en llamas. Por esto los aryos queman sus muertos, en recuerdo
de esta capacidad perdida: la de disolver la materia corruptible en un fuego interior, en la magia alquímica de las transmutationis. Nada tampoco queda del cadáver en la pira funeraria, pero un cuerpo de vraja inmortal ha resucitado. En la Obra roja, en la rubedo, ha alcanzado vida adulta el Niño que había nacido como embrión en la nigredo y crecido en la albedo. En los grabados del Rosarium Philosophorum, un pequeño niño asciende del Baño de los Amantes. Es el cuerpo astral, Rebis (de naturaleza doble) el Umúnculo que está naciendo. Y, al final,
es el Rey y la Reina con un solo cuerpo. Y es también el Andrógino Coronado. El Hombre Total. El Hombre y la Mujer Absolutos.
El Alquimista y su soror. El Héroe y su Walkiria.
El rey mago, rojo entrega su presente al Héroe
resucitado: es Vraja, la Materia Incorruptible. Y el Héroe, como Enoch, asciende a su propio Universo, en dirección a su Flor Inexistente, en un Carro de Fuego, en un Vimana. Se ha mutado en un astro, es un Vimana. El nacionalsocialismo es un movimiento de acción firmemente afirmado sobre
un principio trascendente inmutable. Esto es, el Movimiento se fundamenta en una visión trascendente e inmutable del mundo
y a su vez, no tiene una actitud religiosa pasiva y contemplativa, sino que es una organización positiva basada en la acción.
Así pues, el Nacionalsocialismo participa de los principios en que se fundamenta tantrismo. Los símbolos y formas del Movimiento,
así como la utilización y el dominio de energías que manifiestan Hitler y Hess, son signos de esta yoga. Centralidad y armonía. Impasibilidad y movimiento. Alcanzar el punto fijo e inmutable
desde el que proyectarse con libertad. Como una esvástica. Esta es la realización final del Tantra. Toda la simbología del Tercer Reich
así como su mismo espíritu marcial, de concentración, autodominio, y de acción, nos señalan este “Principio Sivaista”. El Nacionalsocialismo, vino a ser pues la materialización de este espíritu,
en un momento concreto de la historia. Como hemos visto, el Yoga Tántrico hace uso del poder de la energía sexual.
En el Camino de la Mano Derecha, lo hace sin realizar el acto sexual con su pareja y en el Camino de la Mano Izquierda, lo
hace llegando a realizar el acto sexual con su pareja. En el tantra de la mano izquierda, por lo general, se realiza este
acto una sola vez y reteniéndose el semen. A este acto se le denomina Maithuna,
y consiste en reactivar los chakras y recrearlos. De esta forma puede abrirse el tercer ojo, la visión interior y alcanzar
la inmortalidad, la totalidad. Por lo que se ve, este es un acto sexual que nada tiene que ver, ni por los oficiantes que
lo realizan, ni por la forma, ni por el objetivo que persigue, con la sexualidad del hombre corriente. Mediante la canalización,
el dominio y la transmutación de la energía sexual, se obtiene la mutación en Superhombre y la Personalidad Absoluta. Donde el hombre moderno se entrega con ansiedad y vicio por el deseo sexual
que le domina, le degrada y le hace perder la dignidad y la voluntad, el iniciado tántrico, trabaja y consigue fortalecer
su cuerpo-mente, su voluntad, autoafirmándose por encima de su propio deseo sexual, convirtiéndose en Señor de sí mismo. De esta forma, en el amor mágico, desarrolla y aprende a canalizar su propia energía sexual. Existen ejercicios y pruebas iniciáticas en los que se estimula el deseo sexual
por la pareja tántrica, mas sin llegar a eyacular, esto es, sin dejar que la energía sexual se pierda. Este dominio y acumulación
del poder del sexo, eficientemente canalizado mediante los ejercicios físicos (asanas) y de respiración (prahnayana), conseguirá,
como hemos indicado, despertar Kundalini, la cual a medida que se desarrolla y
asciende, ofrece al iniciado estados extáticos que le permiten acceder y vivir
en estados superiores de consciencia. El “Hitlerismo Esotérico” del que nos habla Miguel Serrano,
desarrolló esta vía en su iniciación para la superación de los pares opuestos, consiguiendo la creación del cuerpo astral
y la Individuación, la totalidad y el andrógino alquímico. Es en el Castillo de Wewelsburg
en Westfalia, donde el círculo más interno de la SS se iniciaba en esta vía. Ahí,
en ese recinto mágicamente construido, desarrollan la ciencia antigravitacional, según una ciencia numeral y una matemática
hiperbórea, aria, y ahí los SS consiguieron
crear su Cuerpo Astral, a la vez que sus cuerpos físicos quedaban transmutados. El Cuerpo Astral, que es conocido
como el Eidelón o el Lingasarira. Pero sólo muy pocos y en el mayor secreto. |
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