|
||||
Ignacio Ondargáin NACIONAL SOCIALISMO. Historia y Mitos
CAPÍTULO X (Texto revisado en diciembre de 2006) A lo largo de la historia, son muchos quienes han buscado este mistérico objeto de poder. Unos y otros se disputan
la posesión de esta piedra de los dos mundos, conformando la historia a través de su búsqueda secreta a través del devenir
de los siglos. Ya en el siglo XXI, en plena era espacial, donde la tecnología y globalización dominan sin contrapeso
la mente de la civilización, pareciera que no existe lugar para la magia, la leyenda, la epopeya u otra corriente de pensamiento,
una que abra los enmohecidos candados de la realidad fantástica, que desde tiempos pretéritos fue dominio de algunos iniciados
y que hoy sólo parece ser un recuerdo olvidado. Sin embargo, el tiempo no ha borrado esta facultad de ver más allá, de respirar
el mito y construirlo. En la tradición cristiana, el Grial puede ser identificado con la copa sagrada en la que Cristo vertió
su sangre en la cruz, o con el cáliz con el que Jesús compartió con sus discípulos la última cena. Sea como sea, a este objeto
se le atribuyen poderes extraordinarios, más allá de la razón humana. Al respecto Gerard
de Sede, autor de “El tesoro cátaro”, declara: “para todos el
Grial es un objeto misterioso y santísimo, dotado de un doble poder mágico: permanece invisible para quien es indigno de acercarse
a él, pero alimenta milagrosamente a quien ha sabido descifrar su secreto y situarse así en el linaje de los Reyes del Grial.” A pesar de su importancia en la iconografía cristiana, debieron pasar mil años de la muerte de Jesús
para que el Grial fuera objeto de veneración y búsqueda por los europeos. De hecho,
este “descubrimiento” de la tradición del Grial en Europa no fue sino la recuperación de la antigua tradición
“pagana” la cual se vistió de ropajes cristianos para evitar la represión judeocristiana. Existe en la tradición germánica un Gral, que es mucho más antiguo
que el “Grial” cristiano. Este es una especie de tesoro recuperado
de una civilización mucho más arcaica que el antiguo Egipto o Mesopotamia. Nos referimos a la Atlántida o Hiperbórea, que existió en un período de tiempo muy antiguo y que desapareció hace 12 mil años. Este Gral, por una serie de vicisitudes, llegó a poder de los cátaros,
un movimiento religioso muy importante en el Medioevo que se dio principalmente en el Mediodía francés. Proclamaban el celibato
voluntario y señalaban que el mundo era una creación maligna, en la cual había que traer la luz que ellos representaban. Esta
religión amenazó de tal forma la estabilidad de la Iglesia católica, que entre los años 1208 y 1244 se realizó contra los
cátaros una sangrienta cruzada que terminó por aniquilarlos. El Grial germánico es una piedra que cae de la corona rota de Lucifer, ángel que el judeocristianismo declara como el demonio y enemigo de “Dios”. Al respecto Miguel Serrano señala en la revista “Hiperbórea”, volumen VII, que
“Lucifer para el patriarca Enoc,
como para los cátaros es un dios, es el hermano de Jesús, es un ser de Luz, bueno. Por ejemplo, Otto Rhan, Coronel de la Ahnenerbe-SS en sus estudios sobre el Gral, en el libro “La corte de Lucifer”,
viaja por Europa buscando esta corte, pues los verdaderos luciferinos son los que conservan la sabiduría antigua”. “El Grial es un objeto muy poderoso. Para
la leyenda germánica, es una piedra traída por los ángeles extraterrestres a la Tierra. Una piedra donde está grabada la sabiduría
antigua. Cuando el Continente de Hiperbórea desaparece, quienes logran salvarse
llevan consigo una piedra grabada, una piedra esmeralda donde está inscrito el
conocimiento, la ciencia, y la sabiduría hiperbórea. Igual que si hoy día ocurriera
una catástrofe y quienes se salvaran grabaran en códigos secretos todo el conocimiento científico actual. Ellos, los hiperbóreos tenían la clave de todo el saber” “Los que se salvaron de la catástrofe que acabó con Hiperbórea, llevan consigo un tesoro que los ayuda en todas las sucesivas guerras y situaciones. Es un tesoro
mágico y además es un código secreto que recoge el conocimiento y la sabiduría de esta civilización. Es el Gral”. “A través de los descendientes de Hiperbórea que colonizaron Siberia y Europa, las tribus arias conservan este objeto. Pero el enigma del Gral está en que se ha perdido el significado antiguo del Gral y ya
nadie es capaz de descifrar la ciencia antediluviana inscrita en él. La piedra llegará hasta los visigodos, pueblo godo que
en el Siglo V colonizó España y el sur de Francia. En la zona del Languedoc –sur de Francia– , y sobre una antigua
fortaleza solar, construyen la fortaleza de Montsegur, un castillo que luego,
en el Siglo XII los cátaros reconstruyen, heredando además la piedra. Esto es lo que Wolfram
Von Eschenbach llama el Grial. Como ya hemos dicho, en el Siglo XIII la Iglesia
Católica organiza una cruzada contra los cátaros que terminará por exterminarlos. En la primavera de 1244, Montsegur, la fortaleza solar de los cátaros, tras meses de sitio se rinde a las las tropas francesas. Ya hemos
dicho que en Montsegur los cátaros guardaban el Gral y que la Iglesia de Roma estaba ansiosa por poseerlo. La noche antes de rendirse Montsegur, cuatro caballeros perfectos logran escapar del cerco del castillo llevado consigo el tesoro cátaro.
Lo llevarán a las cavernas del Sabarthez, en el Pirineo francés. Durante la Segunda Guerra Mundial, los alemanes buscaron
en la región cosas como esta”. Otto Rhan, había estudiado la epopeya de los cátaros y escribió en 1930 el libro “Cruzada contra el Grial”. En este libro, Rhan identifica
las leyendas medievales del Grial y concretamente la obra de Wolfram Von Eschenbach con los cátaros y por lo tanto, señala que el Grial
estuvo custodiado por los cátaros en la fortaleza que Eschenbach denomina Monsalvatche y que, según Rhan no es otra que el mismo Montsegur. Eschenbach en su libro Parsifal, se refería al Mediodía francés de los cátaros y al tesoro que guardaban en la fortaleza de Montsegur, aunque todo había sido explicado en un lenguaje enrevesado y modificando los nombres geográficos y
de las personas. Este es el descubrimiento de Otto Rhan: descubrir que el Gral había sido custodiado por los cátaros en Montsegur hasta la noche
antes de que la fortaleza cátara capitulara ante las fuerzas del Vaticano. Pero la noche anterior a la capitulación, cuatro
caballeros perfectos consiguieron burlar el cerco al castillo con el Gral y llevarlo
a una caverna de las montañas del Sabarthez, en el Pirineo norte. La SS tiene
conocimiento del libro de Rhan y ya con el nacionalsocialismo en el poder, envían
al estudioso alemán de nuevo al sur de Francia para que continue su búsqueda y estudio del Gral. De este viaje, Otto Rhan publica “La Corte de Lucifer”, texto que relata el viaje y la búsqueda
desde el Sur de Francia, pasando al norte de España, Italia, Tirol, Alemania y acabando el viaje en Islandia, siguiendo el
rumbo de la Swástika Levógira. En este libro Rhan toma contacto con las raíces
antiguas del Gral, el Velocino de Oro y los Argonautas, los antiguos Godos, los
caballeros teutones y los cátaros, siguiendo siempre los pasos al Gral. Cuando el ejército alemán entra en Francia, la SS envía a la región
de Montsegur y el Sabarthez varias expediciones para tratar de encontrar el Gral. Diversos autores, entre ellos Miguel
Serrano afirman que en 1944, un año antes de que terminara la guerra, los alemanes encuentran el Gral, llevándolo a Berchstengaden, donde consiguen descifrarlo. Esto
permitirá a los nacionalsocialistas crear una tecnología nueva con el dominio de una energía nueva: la implosión. De este
modo podrán crear el disco o platillo volador, aparatos que consiguen vencer las leyes de la gravedad y de la materia. Este
es el Gral que los cátaros preservaron sin nunca llegar a descifrarlo. Hitler había enviado expediciones a lugares distantes como Tíbet, Colombia, Ecuador o Brazil, pero es en el Pirineo
francés donde encuentra el verdadero Gral. Quienes consiguieron descifrarlo fueron los dirigenes secretos del nacionalsocialismo. No eran nisiquiera SS. Era una Orden secreta y nisiquiera Himmler sabía de esto, aunque
sospechaba, y ayudara a encontrar el Gral. Decían los cátaros que cada 700 años
reverdece el laurel. Siete siglos después de que en 1244 cayera Montsegur, en
1944 los nacionalsocialistas reencuentran el Gral y lo descifran. Ahora, gracias
a ese conocimiento, los alemanes desarrollan la ciencia de los Haunebu, que en
antiguo idioma polar significa hombre sabio. Dice Miguel Serrano que “el
poder real del Gral es el poder del conocimiento hiperbóreo, el que buscaban los SS para recuperar el superhombre,
que es algo que no está en el futuro, sino en el pasado, en Hiperbórea. Es el
poder que Lucifer y los ángeles tenían cuando cayeron a la Tierra, el mismo que
poseían los Rapa-Nui de la isla de Pascua, el maná, la facultad que hacía posible mover los Moais. Es decir, la “telekinesis”. Exactamente es el poder que está en la mente y que en un momento dado del tiempo se
extravía. ¿Por qué se pierde?. Según el libro de Enoch y otros más, porque los
seres divinos se mezclan con las hijas de los hombres que van quedando en la Tierra. En aquel entonces, mediante este poder
tenían la capacidad de controlar la rotación de las esferas, crear otros mundos, nuevas galaxias. Pero hay un combate, una
lucha legendaria y Lucifer, pierde. Los SS
trabajaron por recuperar el conocimiento hiperbóreo, que armoniza los dos hemisferios
del cerebro haciéndolos trabajar al mismo tiempo, ya que ahora usamos nada más el izquierdo, donde se encuentra la tecnología
y la mente racional. A raíz de la desaparición de esa civilización arcaica se pierde el poder del hemisferio derecho, lugar
donde comulgan la leyenda, la religión, la mitología, la intuición, el poder de la telekinesis y el maná de los pobladores
primitivos de Rapa Nui”. “Después de la Guerra, el Gral se lo llevan
los alemanes. Desapareció como los 120 submarinos alemanes que nunca fueron localizados al acabar la guerra”. |
||||
|
||||