Ignacio Ondargáin

EL TEMPLO DE “DIOS”

“El oro es la sangre de las naciones y cuando corre abundantemente por las venas de los Estados todo va como sobre ruedas”. (Juan B. Bergua) –

o cómo por el oro los dioses mueven el mundo. 

Esta es la historia del origen del sacerdocio del TEMPLO DE SALOMÓN, la piedra en la cumbre de la Pirámide del Sistema satánico que domina el mundo. Como tal pirámide que es, el Sistema se halla establecido en grados que al ascender más hacia su cumbre están formados por grupos más reducidos y cada vez más “discretos”, secretos y desconocidos... hasta alcanzar el piramidón o punta de la pirámide donde se hallan los verdaderos elegidos, el auténtico sacerdocio del Moloch Jehová, dirigiendo, controlando, manipulando toda la estructura del edificio.

A lo largo de la estructura de la pirámide encontramos muchos grupos, gentuza degradada, sectas, masones... druidas como el cerdo vicioso Wiston Churchill... los TEMPLARIOS de la “ORDEN DEL TEMPLO DE SALÓMÓN”...

Situémonos 3100 años a.C. aproximadamente, es decir, hace más de 5000 años en Mesopotamia.

Unos dioses necesitados de oro “vienen” o aparecen en este planeta y establecen una BASE entre los ríos Éufrates y Tigris donde van reuniendo oro.

Y hacen de los hombres sus esclavos para que les trabajen las minas y para que les reúnan y les lleven el oro hasta su TEMPLO (su BASE, su “residencia”).  

Este es el origen de los TEMPLOS o la BANCA como depósito de oro.

Los dioses tienen una necesidad apremiante de oro y lo necesitan para poder sobrevivir; vivir y respirar.

¿Por qué tienen esta necesidad imperante de oro?.

Estos son los dioses que se encuentran en el origen de la religión y los misterios. Con el tiempo, mediante la manipulación de la mente humana, esos dioses hacen que los ojos de los hombres no les puedan ver más que cuando ellos quieran manifestarse.

Y hacen un pacto con unos pocos "elegidos" para que les sirvan el oro y los sacrificios a cambio de beneficiarles en sus empresas.

Y les prometen el dominio de la TIERRA.

Y entonces empieza el actual ciclo, la actual historia del mundo tal y como lo conocemos.

Los dioses, o el “Dios” del TEMPLO son divinidades necesitadas del oro. Pero además necesitan de la sangre por crimen en sacrificio ritual de niños preferiblemente primogénitos, vírgenes, bestias “puras y limpias”... así como pueblos y naciones enteras... Ese es el “Dios” (la Bestia) que busca la adoración, el servicio y la total sumisión de unos humanos a los que a cambio ofrece los bienes de la tierra.

La sangre “pura” de niños, vírgenes y “bestias puras” es oro para estos dioses: la necesitan como alimento para poder sobrevivir.

Pero hay una estirpe rebelde e indomable que lucha por la LIBERACIÓN del espíritu encadenado y CONTRA los dioses del TEMPLO...